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de AA.VV
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Aunque no nos moviéramos de un punto determinado durante 30 horas y sencillamente nos dedicáramos a observar, sin cerrar nunca los ojos, no lograríamos capturar toda la riqueza de detalles y emociones que evocan las panorámicas de Stephen Wilkes. No sólo toma miles de exposiciones desde un ángulo fijo a lo largo de más de un día, sino que posteriormente sintetiza esta información visual en su estudio, donde compone con minuciosidad las fotografías seleccionadas en una única panorámica que expresa su visión única.Day to Night, un libro que invita a hojearlo una y otra vez, presenta 60 de estas panorámicas ultraépicas creadas entre 2009 y 2017, tomadas en lugares muy dispares: del Serengeti africano a los Campos Elíseos de París y del Gran Cañón a Coney Island, pasando por Trafalgar Square y la plaza Roja. Cada imagen es una obra de amor y paciencia. Wilkes tuvo que esperar más de dos años para obtener el permiso para fotografiar al papa Francisco celebrando la misa de Pascua en el Vaticano, y el resultado fue un cuadro vívido en el que el pontífice aparece 10 veces. Después de fotografiar el hábitat de la grulla canadiense en Nebraska, se dedicó durante casi tres meses a revisar miles de fotografías para crear la panorámica definitiva.Cada imagen, que fusiona hasta 2.000 fotografías en una sola composición, nos transporta en un viaje sin interrupciones desde el amanecer hasta el anochecer por algunos de los lugares más conocidos del mundo y nos permite descubrir las fluctuaciones únicas de maravillas naturales y humanas desde una perspectiva absolutamente novedosa.
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