¿Necesitas ayuda? Llámanos al 967 225 863
de PÉRES RUBIO, PABLO
de PÉRES RUBIO, PABLO
Pretende este libro situar (o redituar) el 'espacio Frank Tashlin' enel lugar que le corresponde en el doble terreno del análisis fílmico y de la historia del cine, a la par que reflexionar sobre la obraconjunta de dos cineastas (el propio Tashkin y Jerry Lewis) que no han dispuesto en las últimas décadas de la atención -ni la fortuna-crítica que sin duda merecieron por sus valores y su alcanceartístico. La política de autores ha situado a otros directores delHollywood clásico de los grandes estudios, como Ernst Libutsch, Howard Hawks, Billy Wilder, Frank Capre. Mitchell Leiden o Preston Sturges,en el Olimpo de la comedia cinematográfica, y lo mismo ha ocurrido con otros coetáneos como Stanley Dohen, Gene Nelly, Blake Edwards oVincent Minelli. Pero el cine de Tashlin reunió no poca reputación enla época de su realización (más en Europa que en los propios EstadosUnidos, eso sí), ya fuera por su sátiras a la masculinidad en laspelículas con Jayne Mansfield, por el mayor gancho popular del propioJerry Lewis o por el (discreto) atractivo en su momento de Bob Hope oDoris Day.
Ácido, destructor, siempre corrosivo, su humor consiguió describir la América de 1951 a 1968 como u enorme sanatoriofrenopático y a sus habitantes como seres enloquecidos y alienadosobsesionados por el consumo, el sexo, el dinero y el poder.