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de VARIOS AUTORES
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Ning£n monarca espa¤ol del siglo XVIII hubiera podido utilizar elpoder mar¡timo de la Monarqu¡a ni desplegar el poder de su Armada para llevar a cabo las pol¡ticas navales de sus reinados y la defensa delas colonias, si no hubieran dispuesto de un Estado fiscal-militarorganizado que dedicaba m s de la mitad de sus ingresos a la guerra.Si se tiene todo esto en cuenta y el desarrollo alcanzado por laArmada, gracias a las cuantiosas inversiones que recibi¢, es precisoplantearse si la instituci¢n, a la que el Estado dedic¢ tantasatenciones y dinero, estaba en condiciones de cumplir los objetivosque ten¡a encomendados. Una serie de trabajos intentan dar respuesta a esa pregunta. Hasta elmomento no hay ning£n precedente que afronte el estudio de la Marinateniendo en cuenta los factores que, respondiendo a decisionespol¡ticas concretas, se activaron para convertir a la Armada en elinstrumento mediante el cual la Monarqu¡a deb¡a afianzarse como unagran potencia europea y atl ntica. Y ese es el punto de partida que se propone en estas p ginas para evaluar la eficacia del Estado y de laArmada a partir del an lisis de su capacidad para obtener los mediosnecesarios destinados a cumplir unas metas precisas, siempre definidas por decisiones puntuales en el marco de la pol¡tica imperante en cada momento.Se aborda, a continuaci¢n, c¢mo la Armada organizaba las expediciones, empezando con la toma de decisiones en la Secretar¡a de Marina,seguida por la transmisi¢n de las ¢rdenes y la actuaci¢n de lascadenas de mando, teniendo en cuenta la cronolog¡a, la estacionalidady los plazos, para obtener respuestas concretas a las preguntasb sicas que describen el funcionamiento de cualquier sistemaorganizativo.
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