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de MARÍA ELENA CASTILLO HERRERO
de MARÍA ELENA CASTILLO HERRERO
En este trabajo se descubre de qué manera y en qué grado el componente léxico-aspectual condiciona el comportamiento morfosintáctico de losverbos de movimiento, como ir, llegar, venir, correr, nadar, etc.Especialmente, se centra en delimitar la frontera que reside entre dos tipos de verbos de movimiento, concretamente entre los verbos dedirección inherente (ir, llegar o venir, entre otros) y los verbos demanera o forma de desplazarse (bailar, correr, volar, entre otros). La confrontación de los dos grupos mencionados permite subrayar elvínculo que se establece entre los mecanismos léxico-aspectuales y las construcciones que se derivan de este tipo de verbos. Asimismo, sedemuestra que los verbos de direccionalidad manifiestan dostrayectorias básicas enfrentadas a los verbos de forma: por un lado,se caracterizan por mostrar una delimitación aspectual concreta en elmarco espaciotemporal, y, por otro lado, se demuestra que los verbosde dirección inherente presentan un déficit semántico importante. Todo esto provoca que, en el caso de los verbos de direccionalidad, sepropicie un contexto de marcado temático "anómalo".\n