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de PINTOS MARTINEZ, RUBENS
de PINTOS MARTINEZ, RUBENS
Muertos su padre y mejor amigo, Andy se dispone a contar cómo vivióéste último, para el cual, a su propio entender, el sexo era uno delos tres pilares en los que fundamentaba su vida. Arrepentido de su decisión, nuestro protagonista decide no hablarnosde su amigo, sino de él mismo y, concretamente, de su vida"erótica-amorosa". ¿Por qué? Tal vez por respeto, como él apunta,aunque más bien pueda que sea, simple y llanamente, porque le da lagana.A su manera, Andy -como quiere que lo llamen- nos va narrando susaventuras erótico-amorosas, que él califica, cuando menos, deinsólitas, sin otro propósito que el placer de la narración. Sin tapujos ni tabúes, desinhibido, crudo, directo y real, nosdescribe, con todo lujo de detalles, algunos de los más recordadosepisodios de su promiscua existencia, además de reflexionar, a sumodo, sobre el amor, el sexo, la mujer, el hombre, él mismo, la vida y sus relaciones...Una historia sin pretexto alguno, "Juegos, sexo y amor" tan sólopretende ser para lo que fue concebida: una novela erótica. ¿O puedeque vaya más allá, y transgreda la delgada línea que la separa de lopornográfico, o que se trate más bien de una singular visión de lavida, en clave de sexo, de un ser moralmente reprobable?