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de FERNÁNDEZ GARCÍA,LORENZO
de FERNÁNDEZ GARCÍA,LORENZO
Hacia finales del siglo XVI, la Parroquial de Santa Catalina de El Bonillo logró ser una de las más ricas del Arzobispado de Toledo, en base al gran volumen de sus ingresos por los diezmos y a los beneficios acumulados tras la desaparición de otras parroquias vecinas.
Su intensa religiosidad y el aumento demográfico, obligó a la ampliación de su templo, junto a otras importantes obras de arquitectura religiosa. Además dio lugar a la creación de gran número de cofradías, capellanías y otras organizaciones pías.
Hacia 1588 se estableció en la villa la Orden de Calzados de S. Agustín, con gran empeño en su labor apostólica y recaudatoria de limosnas, en detrimento del curato parroquial.
Hacia 1640, un crucifijo, llegado desde Roma unos años atrás, sudó durante 17 días, junto con otros milagros, por lo que se le nombró Patrón de esta villa, con el sobrenombre de los Milagros.
Para el fomento de su culto y la administración de sus bienes, fue creada la Cofradía del Santísimo de los Milagros que, durante más de 300 años, ha venido cumpliendo fielmente lo ordenado en sus ordenanzas aprobadas en Toledo en 1688.
En El Bonillo no hubo tradición nobiliaria, pero un reducido y poderoso grupo de hacendados agricultores, junto a las élites eclesiásticas, dominaron la vida social, política y religiosa, durante la Edad Moderna.
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