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de APARICIO RODRIGUEZ,ANGEL
de APARICIO RODRIGUEZ,ANGEL
El cuarto volumen de este comentario está reservado para el quinto y último libro del salterio (Sal 107-150). Según los títulos del texto masorético, existe una breve colección davídica en los inicios del libro (Sal 108-110) y otra, algo mayor, casi al final (Sal 138-145). Algunos salmos de ½las canciones de las subidas+ (Sal 120-134) también son atribuidos a David (Sal 122; 124; 131; 133); uno más se le asigna a Salomón (Sal 127). Los salmos restantes del libro carecen de título, son ½huérfanos+. Entre los salmos ½huérfanos+ tiene suma importancia el Sal 119, el más largo del salterio, dedicado todo él a cantar la revelación divina (la Ley) a lo largo de 176 versos. +Es posible alguna articulación de los salmos del quinto libro? La editorial Desclée De Brouwer presenta esta serie de comentarios a la Nueva Biblia de Jerusalén, con la pretensión de que ocupe el espacio abierto en el mercado de la lengua castellana entre la divulgación y la crítica científica. Angel Aparicio Rodríguez nacido en Torquemada (Palencia), es sacerdote claretiano, catedrático de Biblia en el Instituto Teológico de Vida Religiosa, integrado a la Universidad Pontificia de Salamanca. Su tesis doctoral versó sobre el Salmo 16. Es autor de algunos libros sobre salmos, entre ellos: ½Los salmos, oración de la comunidad+, Madrid 62004 y ½Salmos+, Madrid 2004.
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