¿Necesitas ayuda? Llámanos al 967 225 863
de THIBON,GUSTAVE
de THIBON,GUSTAVE
Una mirada ciega hacia la luz nos deja oír la voz solitaria que despierta en el hombre a un Dios adormecido. Un Dios que se despierta en nosotros y que nos busca, que buscamos, que nos ama y al que comenzamos a amar aunque sólo le conozcamos oscuramente, cegados por deslumbrantes apariencias, dispersos entre atractivos e intereses, pero sedientos de amor y de verdad. El mundo entero busca a Dios, porque ese mismo mundo le pide a la tierra lo que la tierra no puede ofrecerle. El mundo entero busca a Dios porque va buscando constantemente lo imposible. Esta voz estalla a veces en profundas expresiones que van desenmascarando errores e hipocresías, dándonos esa luz que nos llega hasta el fondo del alma como un destello que penetra con fecunda intensidad, e invita a un diálogo trascendente con uno mismo, con los demás, con ese Dios escondido dentro de nosotros.