¿Necesitas ayuda? Llámanos al 967 225 863
de DIDI-HUBERMAN, GEORGES
En stock (sólo online)
Pídelo antes de 17 hrs y 13 mins y recíbelo el 02/05/2024 eligiendo envío 24 horas
de DIDI-HUBERMAN, GEORGES
No es la mano la que se acerca a la llama de la vela. Ese fuegominúsculo y modesto ha elegido tu mano. Para que lo recuerdes ahoraque lo ves y vuelvas a recordarlo cuando lo hayas perdido. No es elojo el que ve el color. Esa mezcla vibrátil busca tu ojo. Tu ojo comouna catapulta, una ballesta, que disparará esa mezcla en tus órganos.Ya estuviste pintado. El color fue mordido, saqueado, lavado por laslágrimas. Ahora regresa y reconoce su antigua casa. Durará tan poco,apenas hará hueco, como el roce de un ala. Miradas hacia dentro y sehabrá ido. No es el cuerpo el que se adentra en el bosque. El tacto de los árboles y el rumor del agua, el paso de los animales escondidos,han venido a buscarte. Asedian un ramo invisible de tus nervios.Estuvieron aquí, mientras dormías, mientras rompías la ley. No se sabe en que noche ni en que escuela.
Solo esto sabemos: el pasadosobrevive, como una imagen. Imagen de una vela, un bosque o un color.No se sabe a que hora irrumpirá, no sabe concertar una cita. Solo esto tenemos: un cuaderno en el que anotar epifanías, gestos y trazosvistos al pasar, cosas apenas percibidas desde un tren, apuntes de loque apareció para volver a ser tesoro desaparecido.
Como estecuaderno personal de Georges Didi-Huberman, que reúne todo lo que ama, que mira lo bajo y lo pequeño, lo lejano y lo cercano, a la vez, laruina y el esplendor, al mismo tiempo.
En stock (sólo online)
Pídelo antes de 17 hrs y 13 mins y recíbelo el 02/05/2024 eligiendo envío 24 horas