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de AITOR URÍA ARRANZ
de AITOR URÍA ARRANZ
Fuegos mal apagados no habla de arrepentimiento, ni siquiera de
cicatrices por cerrar, más bien todo lo contrario, habla de fuegos que
siguen en ascuas, fuegos supervivientes, fuegos que todavia tienen
madera por quemar, en definitiva, fuegos rebeldes, incapaces de ser
domesticados, fuegos con licencia para narrar.