¿Necesitas ayuda? Llámanos al 967 225 863
de EDUARDO CATALÁN
de EDUARDO CATALÁN
Cuando la superstición está de por medio las diferencias no existen. Un grupo de niños, un viejo filósofo, un científico jubilado y la gente pobre del callejón cargan una cruz hasta la cumbre de un cerro para recular al demonio, porque saben que el dolor, la miseria, la enfermedad y la demencia llevan su firma. Al menos, eso creen los que se sienten condenados.