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de FOURNIER,JEAN-LOUIS
de FOURNIER,JEAN-LOUIS
Una pequeña joya, una bellísima carta de amor incondicional, una hermosa lección de vida. ½Hasta este momento, no había hablado jamás de mis hijos. +Me daba vergüenza? +Huía de la compasión de los demás? Quizás una mezcla de todo ello. Ahora que el tiempo apremia, que el fin del mundo está cerca y que cada vez me descubro más biodegradable, he decidido escribir un libro. No quiero olvidarlos, ni que sólo quede de ellos una foto y un carné de invalidez. Quiero escribir cosas que no les he dicho nunca. Hablar de mis remordimientos. A veces no he sido un buen padre. Muchas veces, simplemente no los soportaba, me resultaba difícil quererlos. Con ellos necesitaba la paciencia de un ángel, y la verdad, no soy un ángel. Cuando se habla de niños discapacitados, se suele poner cara de circunstancias, como al hablar de una catástrofe. Por una vez, quería hablar con una sonrisa, y es que me han hecho reír tanto con sus chorradas..., ¡y no siempre involuntariamente! Gracias a ellos, tengo ventajas que no tienen los padres de los niños normales: no he tenido que preocuparme de si era más conveniente el bachillerato científico o el de humanidades, ni de qué debían estudiar ni de qué harían en la vida. La respuesta estaba clarísima: nada. Y, muy importante: durante años me he beneficiado de aparcamiento gratuito. Gracias a Mathieu, gracias a Thomas, mis pequeños pajarillos, he podido conducir alegremente un inmenso automóvil americano.+ Jean-Louis Fournier ½+Qué hacer? +Llorar? +Lamentarse? +Maldecir a Dios, al cielo y a la tierra? +Rebelarse? +Resignarse? +Apiadarse? Tras tantos años de pruebas en silencio, Jean-Louis Fournier ha elegido el humor. Casi la risa. Humor negro y una sonrisa lumin