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de MONTERO CARRIÓN, DOMINGO J.
de MONTERO CARRIÓN, DOMINGO J.
®Vienen d¡as -or culo del Se¤or- en que enviar hambre al pa¡s: nohambre de pan, ni sed de agua, sino de escuchar las palabras delSe¤or¯ (Am 8,11). Sugieren estas palabras del profeta Am¢s que a Diosno hay que pedirle solo ®el pan de cada d¡a¯, sino ®el hambre de cadad¡a¯, hambre de la Palabra de Dios, porque ®no solo de pan vive elhombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios¯ (Mt 4,4).El hambre que saci¢ la pasi¢n de otro profeta: ®Si encontraba tuspalabras las devoraba, tus palabras me serv¡an de gozo, eran laalegr¡a de mi coraz¢n¯ (Jer 15,16). ¨D¢nde est n hoy ese hambre y esapasi¢n por la palabra de Dios? Los comentarios al Ciclo B de laliturgia dominical quieren ayudar para que en la mesa del D¡a delSe¤or sirvamos y degustemos del pan de la palabra, convirtindonos enbuscadores apasionados de unas palabras que ®son esp¡ritu y vida¯ (Jn6,63).
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