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de GONZÁLVEZ FLÓREZ, ROBERTO
de GONZÁLVEZ FLÓREZ, ROBERTO
¡Quién hubiera podido decirle entonces al joven nacionalista CarloBuonaparte, cuando luchaba en la montaña corsa por la independencia de su patria, al lado de Paoli, que aquel segundo fruto que LetiziaRamolino llevaba en su vientre, siguiendo a su marido por riscos ypeñascos, iba un día a dominar Europa. Vino la derrota y con ella lareflexión, Carlo asentó la cabeza y, de regreso a Ajaccio, allínacerán el resto de sus hijos. Y llegó aquella revolución venida de Francia, ya muerto el padre. Laambigüedad de los Buonaparte, acabó obligándolos a abandonar la isla,perseguidos ahora por los paolistas contra los que se habíanestrellado las apetencias de aquellos intrigantes. Y en el continente, Napulioni se hará jacobino, pues no le quisieron independentistacorso.La ambición del joven Napoleón y sus descollantes cualidades militares contribuirán a su ascenso, lento e inexorable.El libro traza igualmente los grandes rasgos de aquella voráginadespiada y sangrienta que vino a desatarse, y sin cuyo conocimiento no resulta posible comprender el irrepetible destino de este hijo de laRevolución. Fueron también aquellas singulares circunstancias las que pusieron albrillante general frente a Josefina, merveilleuse que, por entonces,se movía en los turbios sectores del Directorio. Llegaron sus victorias en Italia, luego la conquista de Egipto quedeslumbró a la opinión, y su regreso a Francia, mientras en París elpoder directorial se encenagaba en el vicio y en la más indescriptible corrupción, sin que el terror persistente, hubiera sido sustituidopor los elementales derechos ciudadanos. Y vino Brumario, el lector juzgará si fue para bien.