¿Necesitas ayuda? Llámanos al 967 225 863
de ROMERO, JUANJO
de ROMERO, JUANJO
Los diversos capítulos que integran esta obra destapan la aparenteparadoja de que la asunción por parte de los trabajadores deperspectivas nacionales fue paralela al declive de la catalanidad enel seno de la propia clase obrera. A medida que la composicióngeográfica de la clase trabaja dora se diversificó, incrementó susvínculos con el catalanismo, pasando del desinterés casi atávico de la CNT hasta la Guerra Civil, a la militancia bañada en claros elementos nacionalizadores del PSUC de mediados de los sesenta.En cualquier caso, ese tardío catalanismo asumido por el movimientoobrero nunca fue más allá de una propuesta federalista de baseplurinacional ?alejada ya del modelo federal libertario? que pudierasatisfacer las demandas de especificidad nacional catalana dentro dela solidaridad con el resto de pueblos del Estado. Hablar deindependencia ?o de separación, como habitualmente la denominaban? es, al menos hasta 2008, un anacronismo. Y a pesar de esta últimaafirmación, la zona de Cataluña obrera por excelencia, el áreametropolitana, continúa siendo hoy el mayor agujero para elindependentismo.Ni a lo largo del siglo XIX ni durante el XX los trabajadores de estazona situaron la cuestión nacional o territorial por delante de losintereses de clase, y todo ello en un contexto de cambios en lacomposición del mundo del trabajo, del declive de la figura deltradicional proletariado de fábrica, de la fragmentación política ydel indiscutible deterioro de la conciencia de clase. Por todo ello,el balance histórico que aquí se presenta indica que la clase obreraconsciente de la Barcelona metropolitana siempre ha situado la propiaclase antes que la nación.