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de ÁLVAREZ RODRÍGUEZ, ADELINO
de ÁLVAREZ RODRÍGUEZ, ADELINO
El a¤o 920, tras once a¤os de ministerio episcopal en la sedeastorgana, volvi¢ Genadio al coraz¢n de la Tebaida, dispuesto a hacervida erem¡tica en el Valle de Silencio. Como gesto de totaldesprendimiento, reparti¢ previamente todas sus pertenencias entre los cuatro oratorios que hab¡a construido a los pies de los MontesAquilianos: San Pedro, San Andrs, Santiago y Santo Tom s. En estoconsiste el llamado ?testamento de San Genadio?. A diferencia denuestros testamentos modernos, que solo se ejecutan tras la muerte del testador, el de Genadio entr¢ en vigor inmediatamente despus de serfirmado por l y confirmado por los reyes de Le¢n, Ordo¤o II y suesposa Elvira. Aparte del reparto de bienes, nos ofrece Genadio unpeque¤o resumen de su vida, toda ella marcada por un intenso yconstante anhelo de silencio y soledad, hasta el punto de que, incluso durante los once a¤os que ocup¢ la sede astorgana, nos dice que? noestaba ni con el cuerpo plenamente all¡?.