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de AA.VV
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Sin ninguna duda, el siglo XXI nos enfrenta a nuevos desafíos que nosobligan a repensar algunas visiones que nos han acompañado durante, al menos, los últimos cien años. Entre ellas la idea de conectividad,que ha evolucionado desde su limitada manifestación en el espaciofísico, hacia una realidad en la que el tiempo y el espacio adquierenuna significación trascendente, al punto de relegar al objeto. Perolejos de adoptar una postura apocalíptica, debemos comprender que eneste nuevo contexto el diseño adquiere una dimensión significativa,especialmente por tratarse de una disciplina que se constituye comointerfaz entre el ser humano y el mundo artificial por él mismoconstruido. De este modo la conectividad, en cualquiera de susinterpretaciones, es parte sustancial del diseño. Se trata de seguiraportando desde el diseño soluciones a los problemas de las personas.En la era de la conectividad, ningún producto es una isla, ya que nace en la realidad de un mundo interconectado, de personasinterconectadas. Intentando, tan simple y tan complejo al mismotiempo, entender los problem