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de CASTILLO SOLANO, EZEQUIEL
de CASTILLO SOLANO, EZEQUIEL
El pueblo de Israel gritaba a su Dios en demanda de liberaci¢n cuandose sent¡a agobiado por la esclavitud egipcia, de igual manera,nuestras comunidades creyentes han gritado y siguen gritando a suPadre Dios pidiendo salvaci¢n. Yahv escuch¢ los lamentos de su pueblo y baj¢ a liberarlos, de igual manera, Dios escucha los gritos delhombre de hoy y ha bajado a salvarlo por medio de su hijo Jesucristo.El pluralismo religioso que nos ha tocado vivir se puede considerarcomo una expresi¢n del hombre que busca la salvaci¢n.La salvaci¢n de Dios llega siempre a los hombres y mujeres a travs de mediaciones concretas que, sin duda alguna, no agotan dichasalvaci¢n, pero sin las cuales no podr¡a tenerse una experienciasalv¡fica. As¡ lo atestigua toda la tradici¢n b¡blica y patr¡stica,cuando se habla del Exodo, del Reino de Dios, de la paideia de lospadres griegos, de satisfacci¢n en categor¡as jur¡dicas. Actualmente,se ha vuelto a dar mucha importancia a tales mediaciones cuando sehabla de pol¡tica, de tica, de ecolog¡a, de liberaci¢n humana. Lo que preocupa es si estas u otras mediaciones pueden comunicar lasalvaci¢n de Dios en Jesucristo o est n viciadas por interesesego¡stas del hombre. El Esp¡ritu puede suscitar otras tantasmediaciones, pero ¿cu les son? La tarea es un buen discernimiento para identificarlas y poder, de esta manera, seguir hablando de salvaci¢nde una manera real y concreta.
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