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de GARCIA-BORRON, JUAN CARLOS
de GARCIA-BORRON, JUAN CARLOS
Esta historia no se ocupa de pequeñas figuras y sus doctrinarismos, ni rebusca en los detalles o recovecos más alambicados de los grandes, cualquiera que sea el interés que parezcan tener entre profesionales de la filosofía académica.
Da, en cambio, cabida a algo que suelen olvidar las historias de la filosofía: el fondo histórico, cultural y social sobre el cual filosofa el filósofo, y las realizaciones de las ciencias, las letras y las artes que le rodean y con las que convive.
Ayudará así a ver que la filosofía ha sido siempre lo mismo: afán de saber, desazón ante la insuficiencia del disponible y cuestionamiento de éste, atención al conjunto del mundo y de la vida -la humana en particular- para intentar comprenderlos, preguntar por su sentido -o falta de sentido- y sacar consecuencias en visas a ordenar racional o razonablemente la conducta.
Al modo de la ciencia, si bien en menor medida y con menos regularidad, la filosofía ha progresado y ha ayudado a saber más cosas o a saberlas mejor, con independencia de la superior calidad que quepa atribuir a los grandes clásicos.
Téngase presente la advertencia kantiana: "no se aprende filosofía, se aprende a filosofar" y "quien quiera aprender a filosofar no debe considerar los sistemas filosóficos más que como historias del ejercicio de la razón y como objetos propios para desarrollar el propio talento".