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de DE ESPAÑA, RAFAEL
de DE ESPAÑA, RAFAEL
El primer personaje histórico representado en una proyección cinematográfica fue Nerón, y muy poco después Jesucristo. Ver casi juntas a dos figuras tan antitéticas en el lejano 1896 ya presagia el gran interés que el cine va a amostrar por la Antigüedad a lo largo de sus más decine años de existencia. La inspiración principal eran las novelas y obras de teatro ambientadas en la antigua Roma que gozaban de tanta popularidad en los últimos años del siglo XIX, pero pronto fueron la herramienta ideal para que el nuevo arte pudiera exprimir al máximo sus posibilidades espectaculares: batallas, orgías, gladiadores
, todo ello como fondo a las peripecias de hombres y mujeres a los que la Historia ya había conferido un aura que los situaba por encima de los demás mortales.
Este libro no pretende repasar la Historia Antigua a través de las películas sino recorrer, del modo más exhaustivo posible, las etapas principales del cine sobre el Mundo Antiguo, empezando por los esfuerzos pioneros de la época muda y siguiendo con la eclosión del género en la década de 1950 (incluyendo la variante italiana del peplum) hasta su agotamiento en 1964 con la tibia acogida a dos superproducciones como Cleopatra y La caída del Imperio romano. En los últimos años del pasado siglo, a partir del estreno de Gladiator, se intentó resucitar este tipo de cine a base de acomodarlo a los gustos actuales.
A la espera de Ágora de Amenábar, el gran film sobre la Antigüedad que dé el mismo realce al fondo que a la forma está todavía por llegar.