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de ANDRÉS RUIZ, ENRIQUE
de ANDRÉS RUIZ, ENRIQUE
Es posible que los muchos personajes de esta obra tengan m s que vercon la historia que con la literatura. Es decir, que no se puede decir que sean personajes literarios a los que el sentido de una peripecianarrativa (como ocurre en las novelas y en las mitolog¡as) lograredimir al fin al atribuirles un papel que los justifica ante eldestino que trasciende sus vidas de carne y hueso. Todos ellos, sinembargo, so¤aron muchas veces con esa gloria en plenitud y todossupieron de su fracaso. As¡ que el tiempo no es aqu¡, pese a esosanhelos infinitos, sino la red de historias m¡nimas, cuentos y relatos que en un peque¤o lugar de una Espa¤a que ya no existe, vivieron esas existencias puras y desnudas de paisanos y forasteros, ganapanes,fugitivos, hombres de palabra, gentes de oficio pegado a la tierra,muchachas fabuladoras, novios invencibles, visionarios del pasado yso¤adores de la revoluci¢n. 'Lo que distingue a la novela de lanarraci¢n -dec¡a Walter Benjamin- es su dependencia esencial dellibro'. El autor de este sabe muy bien que, al escribirlo, se haalejado de aquellos que las vivieron o las contaron de viva voz. Suexperiencia, pues, no puede ser la suya. Pero a cambio ha queridohacer con su memoria como un juicio de salvaci¢n de tantos seres ytantas cosas a los que no parece que se les vaya perdonar en los otros juicios, sea el de la naturaleza o el de la historia.
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