¿Necesitas ayuda? Llámanos al 967 225 863
de GARCIA HIDALGO,FRANCISCO
de GARCIA HIDALGO,FRANCISCO
¿Por qué Vicente Navarro debía de morir? Era la pregunta que merondaba la cabeza cada vez que me sentaba al ordenador, o echaba unvistazo al borrador de la novela, encuadernado sobre la mesitaauxiliar. ¿Para castigar la osadía, la rebelión? Pero si le dejabavivir no tenía historia: otro tipo corriente y frustrado, derrotadopor los miedos, que sueña con lo que pudo ser mientras mira aburridola falsa realidad en la televisión, ¿qué me quedaba? Un señor mayorque, a la edad en la que muchos de su generación llenan las salas deespera de los ambulatorios y los hospitales con achaques varios, ocangurean nietos en los parques, conoce a una mujer más joven en laciudad de su infancia, se enamora, abandona, su vida personal, susproyectos, su casa y sus ilusiones por pegarse a ella para vivir a susombra, se casan y comienzan una vida corriente de pareja madura,hasta que Vicente se empieza a sentir como una especie de secretariocon derecho a roce que, además, colabora en las tareas domésticas.Descubre que se le escapa la vida, agobiado por la situación, intentaromper con todo, olvidar el qué pueda pensar la gente o la familia,decide dejar de sentirse responsable de la felici- dad de los demás en lugar de la suya, y, entonces, recuperando las ilusiones y las ganasde vivir de la juventud, cuando debería estar pensando en reservarplaza en un geriátrico, lo deja todo y se marcha buscando su ?ElDorado? en unas remotas islas nórdicas, pero, en el camino sientepánico a la libertad y trata de regresar sensatamente vencido, alredil, aunque algo se tuerza en el intento. Esa debía de ser lanovela, pero a la ficción se le impone la realidad ¿o es alcontrario?
¿El sacrificio en aras de la seguridad o la libertad con sus peligros? ¿Hay una edad en la vida para tomar decisiones quecomprometan el futuro siempre incierto, o por el contrario cualquiertiempo es bueno? Vicente Navarro lo hizo.