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de AA.VV
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La gran difusión del retrato desde la época antigua, sobre tododurante el Helenismo y en Roma republicana, testimonia la voluntaddesde siempre insista en el hombre de dejar una marca de su paso, devencer el pasar inexorable del tiempo creando una especie de síinmortal. Si durante la Edad Media el dominio de la religión en cadaaspecto de la vida había llevado a una desvaluación del hombre comoindividuo en sí mismo y, por lo tanto, a una práctica poco difusa desu representación realista, es el Renacimiento que sienta las basespara un nuevo desarrollo de la retratística que en el tiempo elevarála dignidad del género artístico. Son muchos los factores queaportaron a este renacimiento, entre ellos la difusión del Humanismo y el nacimiento de una clase mercantil que adquiría un rol, político,social y económico siempre más significativo, y que encargaban cadavez más a los artistas retratos que ayudaban a posicionarsesocialmente. Innovaciones en la técnica y el material (como el uso dela pintura al óleo) aportaron al género del retrato no sólo riquezasvisuales, que aumentaron también por una recuperación de la capacidadde traducción mimética, sino también riquezas auráticas y de rescatedel 'alma del retratado', por medio de la representación de rasgosfísicos y psicológicos. Realizados, a veces, de manera clara yexplícita, y otras con un alusivo sentido de indeterminación yvaguedad, los 'movimientos del alma' se transforman en losprotagonistas de la Retrato Renacentista.