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de MOZOS TOUYA,ISABEL DE LOS
de MOZOS TOUYA,ISABEL DE LOS
Se mueve la autora, quiere moverse entre espiritualidad y estética -lo cual es de agradecer, por inusitado, en los tiempos que corren-, entre mística y poesía, citando como ejemplo a seguir, a Luis Guillermo Alonso Martínez, jesuita casi vallisoletano y ya entrado en años, al que, sin decir su nombre, se refiere y aplaude como autor de El hombre perdido, poemario al que podría sumarse -entre otros- el titulado Si aún queda algo de voz, moviéndose ambos en los pagos dichos.
Descontada queda, por obvia, la constante cercanía de Santa Teresa. Los versos que ahora se publican se llaman Versos de peregrina porque, a decir de la propia autora, su profesión universitaria le ayuda a vivir buscando siempre la Verdad y, por eso y por otras circunstancias felices, se siente profundamente peregrina -de Amor Primero, Peregrino y Marinero, habla en uno de sus versos-.
Están ordenados todos, divididos en hitos relativos al camino y a los peregrinos que, como ella, transitan por él. Son los siguientes: Buscando el camino. Mirando en el recuerdo. Reconociendo a un peregrino. Felicitando a otros peregrinos. Compartiendo dolor y esperanza. Esperando clemencia. Viendo el amor pasar. Retomando -en fin y de nuevo- el camino.
ÍNDICE
Prólogo 7
1. Buscando el camino: 11
Tierra prometida 12
Oración 14
Señor, Jesús 16
2. Mirando en el recuerdo: 19
Memoria y consuelo 20
Azul claro. 22
3. Reconociendo a un peregrino: 25
Al poeta del alba blanca 26
Bendito Amor 28
4. Felicitando a otros peregrinos: 31
Año Nuevo 32
A cada José 34
Navidad 36
5. Compartiendo dolor y esperanza: 37
Tormentoso silencio 38
Saber esperar 40
Despertar soñando 42
6. Esperando clemencia: 45
Pedirle al tiempo primavera 46
La Ley, el Juicio y su Venida 48
7. Viendo el amor pasar: 51
Sin el cielo, nada 52
Condenada por verte 54
A ti, desamor distinto 56
8. Retomando el camino: 59
Gracias 60
Lágrimas 62
Ojos soñados 64
Siempre estás, siempre 66