EDUCACIÓN DE LA CONCIENCIA (Libro en papel)

de CALVO CUBILLO, QUINTÍN

Sinopsis

El primer art¡culo de la Declaraci¢n Universal de los Derechos Humanos suena as¡ de solemne y hermoso: «Todos los seres humanos nacen libres e iguales en dignidad y derechos. Est n dotados de raz¢n y deconciencia, y deben comportarse los unos con los otros en esp¡ritu defraternidad».El hombre de hoy tiene como nunca la convicci¢n de sus derechos, de su mayor¡a de edad, de su capacidad de decisi¢n, y la certeza de haberrecobrado la dignidad y la autonom¡a de su persona. Las cienciashumanas han contribuido esencialmente a este despertar de laconciencia, estudi ndola desde todas las perspectivas posibles: ‚tica, psicol¢gica, sociol¢gica, biol¢gica, emocional, e incluso neurol¢gica y neuropsicol¢gica. La diversidad de antropolog¡as, trascendentales o inmanentistas, por ejemplo, dan lugar a diversas concepciones de laconciencia y muestran que nos movemos en un campo donde el resultadono ha sido ni ser  definitivo, sino de una ambigedad evidente. Elrelativismo es fuerte, motivado, acaso, por la igualdad te¢rica detodos y cada uno en la democracia, o por una falsa tolerancia, como si no importase la verdad y todo valiese, o como si todos tuvi‚ramosraz¢n.El pluralismo y la crisis de autoridad nos obligan a fiarnos denuestra conciencia. Hasta podr¡amos decir que esta referencia definenuestra cultura, en la que todo el mundo repite el estribillo: «Yo heobrado en conciencia» o «en conciencia yo dir¡a que...». Es el finalprovisional de un largo proceso en el que han intervenido m£ltiplesfactores.Esta reflexi¢n sobre la educaci¢n de la conciencia consta de trespartes diferentes. La primera trata, en general, sobre la conciencia y sobre algunas de sus caracter¡sticas, la segunda abordaespec¡ficamente el tema de su educaci¢n, y la tercera se ocupa de suformaci¢n en unos temas muy concretos y muy propios de nuestracultura. Reconociendo, por supuesto, que hay una disociaci¢n entre fey sociedad, entre ‚tica cristiana y praxis social, y que no existenideales comunes, salvo instrumentales y de utilid