LA BIBLIA ¡VAYA TIMO! (Libro en papel)

de ANDRADE CAMPO-REDONDO, GABRIEL

Sinopsis

Gabriel Andrade hace una lectura entretenida, irónica, a veces sarcástica, de la Biblia. Se horroriza ante ese Dios vengativo y exterminador del Antiguo Testamento, trata de entender ese amasijo caótico y sanguinario, se pregunta cómo es posible que muchas personas, todavía hoy, se crean tantos cuentos al pie de la letra. Recorremos la Biblia gracias a su mirada racionalista, ilustrada, llena de sentido común, y quienes quedamos perplejos somos sus lectores. Y este Dios sanguinario elige a un pueblo bárbaro como su pueblo elegido. El cristianismo y el islam heredarán de este monoteísmo su fanatismo y su intolerancia. Para el autor, “puesto que en la Biblia se entremezcla lo histórico y lo ficticio, lo moral y lo inmoral, es necesario leerla con cuidado. Este libro es una guía para saber a qué atenerse al adentrarse en la Biblia”.

El autor nació en Maracaibo, Venezuela, en 1980. Obtuvo una licenciatura en Sociología, una maestría en Filosofía y un doctorado en Ciencias Humanas en la Universidad del Zulia. Ha sido profesor en esa misma universidad, donde impartió cursos de filosofía y sociología, y ha escrito numerosos artículos sobre la religión desde una perspectiva sociológica, histórica y filosófica. Es autor de La crítica literaria de René Girard, El darwinismo y la religión y, en esta misma colección, La inmortalidad ¡vaya timo!, El posmodernismo ¡vaya timo!, con prólogo de Mario Bunge, La teología ¡vaya timo!, Las razas humanas ¡vaya timo!, Jesucristo ¡vaya timo! y El islam ¡vaya timo!. En la actualidad es profesor de filosofía en Aruba, Antillas holandesas.

“Una serie valiente y necesaria que no retrocede a la hora de meterse en aguas turbulentas, no sólo turbias, y de plantear debates que comprometen rutinas mentales sacrosantas” (Fernando Savater, El País)


“Excelente colección” (Mario Bunge)


“La colección más crítica” (Muy Interesante)


“Una invitación a reflexionar” (Babelia)


“Magnífica colección” (Salvador López Arnal, El viejo topo)