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de BRUNO GALÁN, PEP
de BRUNO GALÁN, PEP
Despus de buscarla por todo el pueblo, Miguel encontr¢ a su cabrasubida en lo alto de un tejado."¿Se creer que es una veleta? ¿O una chimenea? ¿O tal vez un gato?",se preguntaba Miguel. Y con la ayuda de unas flores, un libro decuentos y un pu¤ado de sal (la sal le gusta a las cabras m s que a los ni¤os los helados), la cabra boba volvi¢ a su lugar.Nos cuenta el autor, recordando su infancia, que en las casas delpueblo hab¡a dos o tres cabras. Por las ma¤anas, cuando los ni¤os iban al colegio se llevaban las cabras y las dejaban con el cabrero en laplaza. El cabrero se iba al monte y los ni¤os a la escuela.Al final del d¡a los ni¤os recog¡an sus cabras, aunque algunaregresaba sola al corral. As¡ la cabra volv¡a con la tripa llena,dispuesta para dar leche, y los ni¤os con la cabeza llena de lo quehab¡an aprendido en la escuela.La cabra boba -o lista, seg£n se mire- de este cuento nace delconocimiento y la observaci¢n del mundo rural, constituye una f¢rmulaindirecta para observar y comprender la cara fant stica de larealidad.La cabra de Miguel ya no est con el cabrero. Quiz s se haya ido alcorral... Miguel la busca por todas partes, hasta encontrarla en unlugar inesperado. La aventura termina con un gui¤o c¢mico e inesperado que aporta la ilustraci¢n. Utilizando recursos esenciales de lanarraci¢n oral (onomatopeyas, di logos, repeticiones...), Pep Brunocrea una historia ideal para contar a los m s peque¤os antes de ir adormir. Un cuento con el texto imprescindible, apoyado por el podernarrativo de la secuencia visual.Roger Olmos presenta im genes con perspectivas muy eficaces para guiar la acci¢n y asimilar conceptos espaciales que marcan el ritmo de lanarraci¢n. Los dibujos, din micos y caricaturescos, destilan detallesc¢micos e informaci¢n estimulante para la imaginaci¢n, que conviertenLa cabra boba en un libro que conecta igualmente con lectores de otras edades.