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de DEL ARCO, MIGUEL
de DEL ARCO, MIGUEL
«El teatro no puede morir. Forma parte de la vida misma, todos somossus actores. Y aunque fueran abolidos y abandonados los teatros, elteatro seguiría en la vida, insuprimible. Y siempre sería espectáculola misma naturaleza de las cosas. Hablar de muerte del teatro en untiempo como el nuestro, tan lleno de contrastes y, por tanto, tan rico de materia dramática, entre tanto fermento de pasiones y sucederse de casos que conmueven la vida entera de los pueblos, choque deacontecimientos e inestabilidad de situaciones y la necesidad, cadavez más perceptible, de afirmar, al final, alguna certidumbre nueva en medio de un tan angustioso ondear de dudas, es verdaderamente uncontrasentido».Luigi Pirandello Fragmento de su discurso en el coloquio Volta