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de ADAMUZ SANTOS, RAFAEL
de ADAMUZ SANTOS, RAFAEL
El 19 de Julio de 1936, una columna minera onubense, a la que deb¡aunirse otra compuesta por la Guardia Civil y fuerzas de Asalto, lleg¢a las proximidades de Sevilla para combatir el golpe militar queacababa de triunfar all¡. El grupo, compuesto en su mayor¡a porj¢venes mineros y campesinos, fue reclutado por pol¡ticos republicanos que lideraron la marcha, planeada desde Madrid. Sin embargo, noalcanzaron la capital hispalense. A las puertas de la ciudad, en labarriada de La Pa¤oleta, los mismos guardias civiles que ten¡an¢rdenes de acompa¤arles les tendieron una sangrienta emboscada. Elresultado: m s de una decena de muertos y setenta detenidos encerrados en el Cabo Carvoeiro, la prisi¢n improvisada en un barco de cabotajeatracado en el Guadalquivir. En sus estrechas bodegas, en plenoverano, permanecieron en condiciones inhumanas y fueron sometidos alfin a un macrojuicio que fue, con toda probabilidad, el mayor Consejode Guerra celebrado en los albores de la Guerra Civil en Espa¤a.¿Puede la memoria de setenta hombres resistir al silencio, al tiempo y al miedo m s enraizado? Gracias a las cartas escritas por uno deellos, s¡. En pleno estallido de la contienda, Luis Mar¡n Bermejo, uno de los presos del Cabo Carvoeiro, logr¢ comunicarse con el exterior a travs de varios escritos en los que da cuenta de su presidio yarroja datos reveladores. Los textos permanecieron ocultos hasta lamuerte reciente de su £nico hijo var¢n, encargado de custodiarlos. Atravs de ellos, se refleja el calvario que los reclusos soportaronantes y despus de ser juzgados por rebeli¢n militar. En "La memoriavarada", el autor rescata en tono novel¡stico la vida de buena partede aquellos hombres, reconstruye los sucesos de La Pa¤oleta y desgrana el proceso judicial que padecieron hasta que el tribunal militardict¢ sentencia bas ndose, para ello, en un hecho ins¢lito que nodejar indiferente al lector.