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de ENGUIX, ALBERTO
de ENGUIX, ALBERTO
La historia de las conquistas de la humanidad se escribi¢mayoritariamente sobre los mares, y a bordo de las embarcaciones que,desde hace no menos de cuatro mil a¤os, los han estado surcando,siempre hubo un lugar de privilegio para un personaje cuya misi¢nopacaba no solo al capit n, sino hasta al almirante de la flota.Deb¡a saber resolver, al instante y sin titubeos, trascendentalesinc¢gnitas de las que depend¡a, nada menos, que la vida propia y lade los embarcados: la posici¢n en pleno ocano, la direcci¢n haciaqu punto del inalcanzable horizonte hab¡a que marchar, el tiempo quea£n faltaba para llegar a su destino, la profundidad necesaria paraesquivar los escollos, y el porvenir que les dictaban Neptuno o Eolo.Privilegiados como estamos en los albores del Siglo XXI, iluminadospor constelaciones de satlites artificiales, rodeados de pantallasde computadoras interfaceadas, en nuestros veleros un navegador -quede l se trata- no es otra cosa que un experto calculista eintrprete de im genes, guarismos y acr¢nimos que le solucionan, conuna exactitud jam s siquiera so¤ada por Eirik Thorvaldsso
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